
Telón abierto de la voz acústica
Caos de papel donde tu nombre pudo
trozar la flor de mi nobleza rústica
Acantilado a donde el tiempo frota
su lomo decimal frágil de gato
Me extraña cuando te amo por un rato
y luego albergo larga la derrota
Vas a inventar relámpagos sin dueño
para casi cristal romperme el ave
volante hacia tu páramo de ensueño
Tenías que haberme guiado por locura
por la vereda ruin en donde sabe
tu piel fugaz a dinamita pura
Cuando estudié literatura, aquí y allá advertían mis maestros, nunca dar explicación sobre un poema. Este blog, a diferencia, es un espacio donde caben algunos pensamientos deshilados. Dedico este soneto a la total incertidumbre. A las palabras bajas dichas antes de escucharnos. Al temor desenfundado. A la derrota de esperar una respuesta a una pregunta nunca hecha. A la ilusión partida entre saber y no quererlo. Entre los planes de defensa, a veces, está cerrar los ojos y cambiar todos los nombres.